Con gran alegría recibimos el fin de las elecciones, elecciones agridulces que nos dan vergüenza. Una campaña sucia, y descalificadora, como nunca antes en la recién historia "democrática" habíamos tenido. Yo si recuerdo que las que se dieron en 1968 si fueron similares, pueden leer en la historia.
Lo que demuestra la condición moral de nuestro pueblo, y de nuestros dirigentes, no es tan fácil decir, "lo que se dijo era porque estábamos en campaña" ¿cuál sera el mensaje entonces? Una cosa es lo que digo para llegar al poder pero otra es la verdad. Llegamos por engaño.
Se vio de todo lo que realmente es el panameño, morboso, aprovechado, ingrato, exageraciones, mentiras, descalificaciones, no hubo triquiñuela que no se usara con el fin de "ganar".
Como quisiéramos que esto no se volviera a repetir, pero todo indica que esto va de mal empero, no hubo propuestas solo descalificaciones, y las propuestas que hubo no se analizaron sino que también las descalificaron, por aquello que depende quien diga.
Nuestra tarea como cristianos es la misma sea que hayamos votado por uno o por el otro.
- Orar por nuestros gobernantes para que sean humildes y busquen la dirección de Dios.
- Orar para que podamos vivir en paz.
- Orar para que haya justicia.
- Orar para que podamos seguir exponiendo el Reino de Dios sin impedimento.
- Orar por los políticos, para que entiendan cual es su rol en nuestra sociedad.
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